El violento asalto masivo a la Valla de Ceuta del pasado jueves, durante el cual los migrantes usaron cal viva o lanzallamas caseros se saldo con 22 guardias civiles heridos y el silencio del nuevo presidente del gobierno.
Tras convertir a España en el primer país europeo en entradas de migrantes con sus primeras medidas (Aquarius, Tarjeta Sanitaria Universal), el ataque violento a la frontera española y a las fuerzas del orden no parecen preocupar al presidente del gobierno.
Como si no fuera poco, y en vez de tomar las medidas necesarias para blindar nuestras fronteras y proteger a nuestros agentes, el gobierno estudia en la actualidad de quitar las concertinas.
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